lunes, 15 de diciembre de 2008

A (sun)Day in the Life

Varias veces me he preguntado por la particular felicidad que provoca levantarse temprano un dia Sábado o Domingo, después de no haberse dado con un fierro la noche anterior. Es una especie de doublethink en el que el simple hecho de haberse ahorrado una caña atómica y sus efectos colaterales (léase náuseas, corridas al baño, abrazos a la almohada y las rodillas, rayos inevitables de ansiedad y depresión) sea sufciente para creer que uno acaba de dar un cambio de rumbo en la vida: Madurez, Deporte y Vida Sana. Ademas está el factor social, torcerle la mano a la presión social por salir (mi consejo: a media tarde tomarse sólo en la casa unas latas de cerveza o un Cuba Libre, cosa que cuando el telçefono empiece a sonar el sueño ya esté instalado). Los amigos, muy amigos serán, pero el 99% de las veces creerán que uno tiene intenciones torcidas, no puede haber interés genuino en quedarse en la cama metido en YouTube (y sus varios hermanos bastardos) - "Noooo...si a este hueón algo le debe pasar. Debe estar deprimido, yo cacho que hecha de menos a esta mina".

El Domingo pasado me fui de paseo a Bricklane. Bricklane es una calle larga y fea. Sucia, desordenada y húmeda tambien. "A bit dodgy". En pleno East End londinense, sector hasta hace 3 décadas lo más rasca de la ciudad
(ehm....bueno, todavía), barrios históricos de inmigrantes siempre postergado frente al rico West End (sip, todos los edificios, estatuas y museos que usted amigo y amiga ha visto en "la teleee"). Yo como padre preferiría que mi hija sea enviada a vivir a un hogar de la iglesia en vez de East London, sin duda!!! No vaya ser que se vaya a topar con mucho árabe, hindú o negro dando vuelta por ahì.

La jornada dominical parte tipo 11 en la parte norte de la calle, en el Coffee 157. Lo primero que llama la atencion son los rayados en la vitrina: "Organic coffee, bycicles welcome, pet friendly". Un local en forma de L, 1 metro de ancho al caminar y con sillones de cuero reciclados de cualquier lugar posible, que entorpecen el paso pero por lo mismo hacen mas amena la espera de un Latte mirando las paredes llenas de flyers con tocatas y fiestas estilosas, o las fotocopias rognosas promocionando bizarras terapias orientales, chamanes del credit crunch y artes marciales oscurantistas, monitos Lego instalados en las repizas, todo esto al son de The Clash o musica electronica (No. No es ni un "sushibar" ni un Fulano "lounge"). De repente, mientras yo leia (con las patas arriba del sillon para dejar pasar a la gente), aparece un "cliente" sospechoso que entra al bagno y que despues se queda deambulando entre los sillones girando en circulos (o sea, mas loco que lanza) hasta que llega el duegno (un pelado parecido a Mickey Knox), con la cara de infinita paciencia y resignacion de quien ha estado muchas veces la misma escena, el mismo guion: "ok mate, please come out..."- (voz de reventado y aspera) "why can't I stay hea, I wanna stay hea!!!"- (perdiendo la paciencia y poniendo una mano en el hombro del jugo zuko) "please, come out"- "get your filthy middle class hands out of me!! u middle class youngster!!!". En este momento el viejo vago cool que tengo sentado al lado tomandose un cafe y un brownie al lado interviene muy pacificamente: "hey, hey. He is a good boy...he is a good boy". Como era de esperar, no hay intension de calmarse de nuestro jugo de turno. 5 Minutos despues entran 2 policias con un perro cocker "invitandolo a salir".


A la salida del cafe es el comienzo del Bricklane Market, cientos de "puestos" en que cualquiera vende lo que quiera: Frutas y Verduras, autitos, zapatos, joyas, artesanias, cassetes y vinilos, libros y revistas, ropa, baules, calculadoras, antiguedades, pinos navidegnos y objetos varios. 50 metros mas abajo, justo antes de un tunel por el que va a pasar la extension del tube, uno se topa con decenas de tipos sospechosos parados con solo 1 bicicleta cada uno: "hi mate, what about that bike" (login)- "what about what?...it's mine" (password)- "Ok. Then how much is it?"- "Hundred pounds". Asi es como uno puede conseguir de la forma mas dodgy una cleta rica.


Asi van pasando bares y bares y cafes y cafes. Camino entre miles de personas, principalmente jovenes con aspecto arty que no parecen particularmente tener un trabajo en finanzas, sino mas bien en una de las decenas de galerias de arte o salas de ensayo que hay esparcidas en el sector (a todo esto, arrendar una pieza por ahi anda mas o menos por las 500 lucas) hasta que doblo a la derecha por una calle hacia una tienda de colores fosforecentes con nombre inentendible...algo que yo por facilidad traduje como Nipon. Nunca en un espacio tan chico habia visto tantos estimulos visuales, accesorios rarisimos, ropa dementemente geometrica y gente freak. Nada hace sentido! 10 metros atras le estaba diciendo "no thanks brother" a un pakistani con cara de yihadi en un stand con libros llamado Learn Islam y ahora estaba en una burbuja de Tokyo. Ya nuevamente afuera (y encandilado) aparece otro personajillo extravagante. Esta vez un jamaiquino rastafari circa 40, metro ochenta y cinco (con cara de no haber carreteado nunca) repartiendo panfletos y repitiendo sistematicamente sin parar "DRUM N'BASS!!! Dub, Roots! and Culture...DRUM N'BASS!!! Dub, Roots! and Culture", para parar de gritar un poco mas abajo por respeto a los demas "artistas".


Antes de buscar algo que comer me meto al Sunday (up)Market para comprarme una chaqueta y unos zapatos, o lo que sea que encuentre en realidad...hasta que lo encontre: Unos cuates mexicanos vendiendo mascaras de lucha libre ("pues cuando usted quiera traiga al resto de la pandilla que estamos aqui para atenderlo!"). Para comer hay basicamente comida de todo el mundo: Japonesa, Tailandesa, Ethiope, Espagnola, Argentina ("the best sausage in the world!"), Hindu, Libanesa, Italiana. Solo estaria faltando mi cevicheria con sopaipillas. Al final aplique un pan con lechoncito al palo por las reminicencias valdivianas (pure de manzana en vez de pebre eso si). Para quien se quiera animar a una aventura comercial en el Mercado, vale la pena mencionar que el arriendo vale 80 pounds por dia los fines de semana y que, en general, la artesania proto-hippie-zampognera del Cerro Santa Lucia no es lo mas trendy que digamos.


Vuelvo a la calle, ya con una cervecita en el cuerpo, y me quedo colgado escuchando al espiritu de Jimi Hendrix rompiendola, exactamente al frente del 93 Feet East, el bar donde Radiohead hizo un recital sorpresa en Enero. Suena el telefono, y se me unen, directamente desde Constitucion VII Region "El Guaton Rodrigo" y "Urugua Javier" de Montevideo, asi que nos vamos a comprar otra cervecita (para contemplar mejor, comento yo) al Bar 1001 (algo asi como el nombre generico del sector). Este pasaje a mitad de Bricklane es el epicentro del mambo, la callejuela mas importante de las cientas que componen lo que eran calles internas de la Old Truman Brewery. Entre los bares y tiendas extremadamente sofisticadas y cool de las cuales soy mas contemplador que consumidor objetivo (incluyendo una donde jeans convencionales de una marca japonesa valen 350 lucas y otra donde solo venden motos Vespa) esta la Rough Trade (primer sello de Strokes, Artic Monkeys, etc), la cadena independiente de tiendas de musica mas grande de UK, simplemente el paraiso de cualquier melomano y, por cierto, del que esta dispuesto a gastar. Aca en esta hay tocatas gratis durante toda la semana.


Ya son las 4 de la tarde, empieza a acechar la noche asi que eso implica otra cervecita. La gente ya se empieza a subir arriba del balon, aparecen personajes mas estramboticos como Merlin, las pints empiezan a reemplazar a los Macciatto y la gente de los sillones empieza a guardar los Mac. Hoy hay fiesta de Ska y Reggae en el Bar 1001. El negocio de hamburguesas ya se empieza a rebalsar porque la hora del bajoneo se viene con todo, y cualquier atisbo de paseo familiar muta a 24 Hour Party People.


Y asi...Como todo Domingo desde Shangai a San Jose de la Mariquina, poco a poco el manto inexorable del dia Lunes comienza a cernirse y a neutralizar cualquier euforia y negacion de la realidad. Parto caminando de vuelta entre las luces de neon de los cientos de curries cazando clientes con hambre como yo (el joteo para que entres a los restaurantes es mas o menos disimulado porque desde hace unos agnos es, se supone, ilegal), de esos curries que tipo 3 de la manana un fin de semana son una bomba de placer y malestar estomacal. Me subo al 15, el double decker amigo que me deja en mi casa cada fin de semana, y atras queda Bricklane llena de papeles volando, con un jamaiquino gritando "DRUM N'BASS!!! Dub, Roots! and Culture...DRUM N'BASS!!! Dub, Roots! and Culture" buscando un lugar para empezar a carretar.